El 15 de noviembre, el Claro Arena se transformó en una fiesta latina gracias a Los Fabulosos Cadillacs, que aterrizaron en Chile para celebrar sus cuatro décadas de historia y trayectoria. El público chileno tuvo la oportunidad de reencontrarse con clásicos inmortales como “Matador”, “Mal Bicho” y “Vasos Vacíos”, himnos que siguen marcando generaciones enteras.
La noche arrancó con la fuerza y el groove de los Hermanos Ilabaca, quienes encendieron la jornada con su característico funk. En medio de su presentación, dedicaron una emotiva interpretación de “Multi-ricachón” al actor Héctor Noguera, recientemente fallecido, provocando un momento de silencio y ovación entre los presentes.
Cuando el reloj marcó las 21:30 hrs, los Cadillacs hicieron su entrada entre gritos y aplausos. Una introducción instrumental abrió paso a “Manuel Santillán, el León”, desatando la primera gran explosión del público.
Aunque la energía en el recinto fluctuó con el paso de las canciones —con algunos asistentes totalmente entregados al ritmo ska y otros más distantes desde sus asientos— la banda nunca bajó la intensidad.
Flavio Cianciarulo fue uno de los pilares de la noche: su bajo marcó el pulso, dio cuerpo a cada tema y sostuvo momentos clave del show. Vicentico, con su voz inconfundible, comandó la velada con la presencia que lo caracteriza.
Los hits más emblemáticos levantaron nuevamente a todo el recinto. “Calaveras y Diablitos”, “Vasos Vacíos” y “Matador” lograron unir a los asistentes en un coro colectivo que reafirmó por qué la banda es un referente absoluto del continente.
Aunque la conexión del público no se mantuvo pareja durante toda la noche, Los Fabulosos Cadillacs demostraron que su propuesta escénica sigue intacta: potente, festiva y tan vigente como hace 40 años.
Y si algo quedó claro tras el concierto, es que los Cadillacs seguirán haciendo lo suyo, con la misma autenticidad y fuerza que los convirtió en leyenda. Quizás la próxima visita encuentre a una audiencia lista para vivir el ska con la misma intensidad que ellos lo entregan desde el escenario.
