
Un clip viral demostró que el deporte también puede ser irresistible. En plena clase de yoga, los alumnos no solo practicaban posturas y respiración: compartían el mat con decenas de cachorros Dachshund (los famosos “perritos salchicha”) corriendo de un lado a otro.
El resultado fue una combinación perfecta entre ejercicio y dosis extra de ternura: estiramientos interrumpidos por patitas inquietas, abdominales acompañados de lamidas y concentración puesta a prueba por orejitas largas y hocicos curiosos.
Con asistentes así, muchos ya se preguntan: ¿y dónde me anoto para la próxima clase?